APUNTADO (arco): También llamado arco ojival, está compuesto por dos porciones de curva que forman un ángulo en la clave, por lo que tiene dos centros. Es típico de la arquitectura del Gótico (siglos XIII al XV).
CHAPITEL: Remate apuntado de una torre, generalmente bulboso, cónico o piramidal y terminado en flecha aguda. También llamado aguja o flecha es típico de la arquitectura del Gótico (siglos XIII al XV)
GABLETE: Coronamiento triangular del muro, entre las torres, de la fachada gótica, siglos XIII al XV. Puede aparecer asimismo coronando vanos, pilares o estribos.
GIROLA O DEAMBULATORIO: Galería semicircular prolongación de las naves laterales que rodea la parte trasera del presbiterio de una iglesia.
OJIVAL (ARCO): También llamado arco apuntado, está compuesto por dos porciones de curva que forman un ángulo en la clave, por lo que tiene dos centros. Es típico de la arquitectura del Gótico (siglo XIII-XV). [Ver foto de “Apuntado (arco)”]
- PINÁCULO: Remate piramidal, muy puntiagudo, con tracería, ganchos y otros detalles de embellecimiento, situado sobre los estribos exteriores de los monumentos del Estilo Gótico, siglos XIII al XV. Su función no sólo es decorativa, sino también constructiva al contribuir a desviar parte de los empujes oblicuos desde los arbotantes a los contrafuertes. [Ver foto de “Gablete”]
- POLÍPTICO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV, pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”, siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición e incluso la devoción popular. Ejemplo: El Políptico del Cordero Místico, de Jan van Eyck, siglo XV.
RETABLO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV, pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”, siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición e incluso la devoción popular. El retablo hasta mediados del siglo XIV consistía en unas tablas pintadas con sentido ilustrativo y descriptivo de la vida del santo titular, ocupando el centro la efigie del mismo y a su alrededor, en pequeños recuadros, escenas de su vida. Pero en la segunda mitad del s. XIV el retablo pictórico ya está formado, es rígido, con múltiples tablas, con una ordenación de base arquitectónica (gótica, renacentista o barroca, según el estilo en el que se realizara) y con una distribución iconográfica bastante uniforme. Su organización es del modo siguiente: en la predela o banco, parte inferior de menor altura, pintan bustos de santos y en el centro es frecuente la Santa Cena u otros temas del Nuevo Testamento; en el calle central está representado el tema principal de la obra; en las calles o zonas verticales se recogen las escenas secundarias o complementarias del tema central, organizadas en cuerpos o divisiones horizontales; en las entrecalles, pequeñas tablas pintadas con santos en unos retablos, y en otros finas columnas o pilares; las cumbreras o espigas son los remates superiores de las calles. En la central se pinta, casi sin excepción durante el Gótico, el Calvario, en las restantes los temas no están fijados.
ROSETÓN: Vidriera circular de gran tamaño calada con adornos y tracerías de piedra. Los rosetones se sitúan en la fachada occidental y las dos del transepto de las catedrales del Estilo Gótico. Ejemplo: La Catedral de Notre-Dame de París, siglo XIII.
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